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Azospirillum tiene la capacidad de exudar infinidad de compuestos orgánicos que forman parte fundamental de la rizósfera, entre los cuales se encuentran una gran cantidad de "activadores" de crecimiento vegetal radicular como así también de la parte aérea.

Azospirillum tiene la capacidad de producir auxinas, citoquininas y giberelinas. El ácido indol acético (AIA) producido por las bacterias puede modificar el contenido de fitohormonas de las plantas conduciendo a la estimulación del crecimiento de las mismas. Esta actividad provoca un mayor desarrollo radicular superando como mínimo un 60% al sistema radicular de las plantas no tratadas. Esto se traduce, generalmente en un mayor desarrollo de la parte aérea.

El mayor desarrollo radicular es muy ventajoso porque:

> Más rápida germinación por la producción de fitohormonas.
> Mejor nutrición de la planta por la mayor exploración del suelo.
> Mayor disponibilidad de fósforo por disolución del mismo.
> Mayor capacidad de aprovechamiento de los fertilizantes.
> Mayor resistencia a la sequía.
> Mejor anclaje de la planta.
> Mayor sanidad.
> Mayor rendimiento (entre un 10% y un 15% superior).
> Fijación de Nitrógeno Atmosférico en alrededor de 12 a 15 kg de nitrógeno en el ciclo del cultivo.

El aporte de Pseudomonas fluorescens se destaca por la capacidad de esta bacteria de solubilizar fosfatos, los cuales suelen estar poco disponibles en la mayoria de los suelos del país. Esta bacteria aumenta entonces la disponibilidad de este nutriente tan importante para el desarrollo de las plantas. Además aporta sustancias promotoras del crecimiento vegetal y libera sideróforos que impiden el desarrollo de algunos microorganismos patógenos. Adicionalmente produce sustancias bactericidas y funguicidas que disminuyen la ocurrencia de enfermedades a nivel radicular y mejoran la sanidad del suelo y de su cultivo.